Trabajé como Policía durante toda mi vida. Era frecuente viajar uniformado hacia La Plata u otras localidades, para lo cual me acercaba a la Ruta a tratar de que algún automovilista tuviera la amabilidad de acercarme hacia mi destino.
Allá cuando la década del 60 llegaba a su fin (un poco más, un poco menos), me encontraba «haciendo dedo» uniformado sobre la hoy Autovía 2, frente a la, por entonces, Subcomisaría Vial de Dolores.
Entonces observo que del lado de Mar del Plata se aproxima aparentemente un Fiat de color rojo con 2 masculinos a bordo. A una señal emitida por el suscripto, se detiene y me invita y quien viene al volante no opone ninguna clase de reparos para que yo pueda viajar.
Ahora bien, antes de pasar por Sevigné el que iba a cargo del volante (valga la redundancia) me dijo «YO SOY CACHO FANGIO», como sabemos, hijo del quíntuple campeón del mundo Juan Manuel Fangio.
Bueno, por razones obvias, tengo que decir que nunca me sentí tan seguro sobre un automóvil, siendo que recientemente venia de sufrir un vuelco sobre la misma ruta, a la altura de la curva de Castelli.
En esa madrugada del accidente fui asistido en el Hospital «Ramón Carrillo» de Castelli. Después que me efectuaron las curaciones y de darme el alta, regresé a Dolores, mi ciudad, para entrevistarme con el médico de Policía de aquel entonces, Dr. Agustín Lando, quien me extendió la carpeta médica para justificar la falta a mi trabajo.
Con respecto a «Cacho» Fangio no lo volví a ver más. Creo que estaría viviendo actualmente en la calle Champagnat y Moreno de la ciudad de Mar del Plata.
En fin, hasta la próxima.
Juan Mreued